El peróxido de hidrógeno es el más utilizado en medicina. Muchas personas están familiarizadas con él. Aunque el peróxido de hidrógeno se utiliza a menudo para limpiar cortes, abrasiones y otras heridas menores, tiene otros usos.

A diferencia de muchos productos químicos, el peróxido de hidrógeno no daña el medio ambiente. Incluso puede formarse de forma natural. Pero la mayoría de las veces lo compramos en las farmacias. Uno de los usos más comunes del peróxido de hidrógeno es la jardinería, como fertilizante y pulverizador de plantas. Cura las plantas enfermas y, mezclado con agua y pulverizado, mata los hongos que amenazan a las plantas. Pulverizar peróxido de hidrógeno en los cortes de los árboles también puede favorecer el crecimiento.

El peróxido de hidrógeno también puede utilizarse en el cuidado personal. Uno de sus usos es el de enjuague bucal. Ayuda a eliminar el mal aliento, las aftas y otros problemas causados por las bacterias. Además, tiene efectos blanqueadores de los dientes. Sin embargo, los dentistas no recomiendan su uso a largo plazo, porque puede hacer que el esmalte se ablande fácilmente.

El acné también puede tratarse con peróxido de hidrógeno porque tiene el efecto de oxidar y limpiar las bacterias. Este oxidante es especialmente eficaz contra el acné purulento, desinfectando y favoreciendo una curación más rápida. Aplique una bola de algodón humedecida en peróxido de hidrógeno sobre el acné y aclare después de unos segundos. Dejar que el peróxido de hidrógeno permanezca en la cara durante demasiado tiempo puede dañar la piel.

También puedes utilizar peróxido de hidrógeno para limpiar tus utensilios de cuidado personal. Cosas como peines, pinzas y cortaúñas que son propensos a las bacterias. Sumergirlos en peróxido de hidrógeno durante unos minutos matará las bacterias y dejará las herramientas limpias. Además, los cepillos de dientes también se pueden esterilizar sumergiéndolos en agua oxigenada.

El uso del peróxido de hidrógeno también se extiende a la cocina. Se puede rociar sobre las tablas de cortar para eliminar la salmonela y otras bacterias. Además, es un buen desinfectante para los utensilios de cocina. El peróxido de hidrógeno aplicado a las frutas y verduras elimina los pesticidas y los residuos de los mismos, pero asegúrese de aclarar bien después.

Otros usos del peróxido de hidrógeno en la vida cotidiana son el blanqueo de la ropa y la eliminación de manchas. No olvide diluir el peróxido de hidrógeno antes de usarlo, pues de lo contrario blanqueará la ropa. También puede eliminar las manchas de moho y limpiar los inodoros y los suelos.

El peróxido de hidrógeno es un agente antibacteriano y antifúngico seguro para el medio ambiente. Pero tanto si es para el cuidado personal como para el uso diario, es mejor elegir una concentración del 3%.

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